API es una sigla que procede de la lengua inglesa y que alude a la expresión Application Programming Interface (cuya traducción es Interfaz de Programación de Aplicaciones). El concepto hace referencia a los procesos, las funciones y los métodos que brinda una determinada biblioteca de programación a modo de capa de abstracción para que sea empleada por otro programa informático.

Podemos entender la API como un código que indica a las aplicaciones cómo pueden mantener una comunicación entre sí. Estas reglas permiten que los distintos programas mantengan interacciones.

Otra manera de comprender qué es una API se vincula al suministro de funciones que tienen un uso extendido. De este modo, un programador puede recurrir a la funcionalidad de una API y así evitar iniciar la tarea de programación desde cero. Gracias a su flexibilidad, las APIs ayudan a evitar un gran volumen de trabajo que suele ser común a muchos proyectos, ofreciendo en cambio un código que ha sido probado por millones de usuarios y que, en muchos casos, continúa recibiendo mantenimiento y actualizaciones para asegurar su estabilidad.

Utilidad de una API

Una API sirve para establecer una comunicación con una base de datos, un sistema operativo o un protocolo de comunicaciones, por citar algunas posibilidades. Incluso las redes sociales emplean distintas API: una herramienta para gestionar tuits, por ejemplo, puede utilizar una API para establecer una comunicación con los servidores que utiliza Twitter.

Una de las claves del funcionamiento de las API es la facilidad de integración. Estas herramientas tienen que resultar simples de integrar a otro software para que las comunicaciones puedan desarrollarse con éxito. De igual manera, sus actualizaciones no deberían generar conflictos para que su labor siga siendo óptima.

Para evitar los problemas relacionados con sus actualizaciones, es necesario que se cumpla uno de los siguiente dos puntos, o bien ambos: que el formato de los datos que envía como respuesta al programa en el cual se integra no cambie; que la documentación explique con mucha claridad cómo adaptar el programa para que pueda continuar utilizando dichos datos.

Los Programadores y las APIs

El trabajo de los programadores es muy particular en cuanto a que se caracteriza por un constante aprendizaje, dado el ritmo al que evolucionan los lenguajes y las tecnologías en las que se utilizan. Entre sus actividades cotidianas se encuentra la consulta de la documentación de una o más APIs, para encontrar las funciones que necesita a cada paso.

Es importante recordar que tanto la API como los lenguajes de programación son «arbitrarios», en cuanto a que podrían elaborarse de infinitas maneras: una función llamada CargarMensajes, por ejemplo, bien podría llamarse ObtenerComentarios, AccederAConversacion o incluso CasaAzul; los nombres de las variables y funciones son escogidos por los desarrolladores, y por eso es necesario consultar la documentación de la API para conocerlos.[1]

Referencias

  1. https://definicion.de/api/